Desde el comienzo de la cuarentena la plataforma de video-llamadas Zoom, se erigió como la forma más práctica de encontrarse virtualmente; fue una alternativa a la imposición de aislamiento por Covid19.

De las reuniones de trabajo por Zoom, se pasó a las clases; después giró a zona de emprendimiento de celebridades; en simultáneo, se convirtió en la sala de fiestas más demandada del planeta: cumpleaños, fiestas temáticas, día de la madre, del padre, entre otros. Y así fue como, en poco tiempo, Zoom pasó a ser parte de la cotidianidad de una buena parte de la población mundial.

La ubicuidad de ZOOM

Atrás quedaron los errores que se cometían al principio, las escenas indiscretas o los bochornosos olvidos que dieron lugar a tantos chistes y memes en las redes sociales. Cuatro meses después de que la tercera mitad del planeta se vio en la necesidad de vivir puertas adentro, a través de Zoom se realizan encuentros entre parlamentarios, juicios a criminales, deliberaciones de jurados para acordar sentencias de muerte, cumbres mundiales y, últimamente, hasta es usada para convocar a miles de empleados a una reunión y despedirlos en masa sin mirarlos, sin escucharlos; para lo cual las opciones de desconectar imagen y silenciar audio (mute) funcionan muy bien.

Nuevas herramientas nuevos usos

En una sola convocatoria, señala una noticia de El País,  la empresa Uber despidió a 3 mil 500 empleados, en 3 minutos; otra empresa, WW International, hizo lo mismo con 4 mil empleados de todo el mundo en una videoconferencia simultánea, tan rápida que ameritó que su CEO diera una posterior explicación en The New York Times: “No era práctico tener una conversación con cada uno de ellos”. Otra empresa –menciona la información-,  fabricante de escúteres eléctricas, Bird, se deshizo de 400 personas a través de un encuentro en Zoom que en realidad fue un vídeo pregrabado. En todos los casos las pantallas de los convocados permanecieron en mute.

Sin duda, este uso tan poco grato de la plataforma Zoom forma parte de esa nueva realidad que tocará enfrentar en el futuro. En escenarios donde será cada vez menos frecuente la interacción cara a cara, donde abunden mensajes unilaterales, distantes y desprovistos de expresión humana, como en los casos de los despidos.

Y fue así como a cuatro meses del confinamiento, más 300 millones de usuarios en el mundo participan de reuniones virtuales a través de esta aplicación, en tanto que sus rivales también han lanzado soluciones para aproximarse a esta «nueva normalidad»: Facebook por ejemplo lanzó Rooms, su propuesta para videollamadas, multiplataforma y has 50 usuarios; WhatsApp aumentó a ocho el número de usuarios por llamada de vídeo; Skype permite iniciar videollamadas sin necesidad de registrarse y Google Meet abrió a todos los usuarios su servicio premium para videollamadas. En definitiva, estamos ante una nueva manera de interacción social en la cual de todo puede pasar.