El maestro José Antonio Abreu Anselmi insigne trujillano que honró el nombre de Venezuela en todo el mundo, falleció en el inicio de esta Semana Santa. Diríase que su lamentable ausencia física se torna inmortal con su magnífica obra, la creación, formación y dirección del Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e infantiles de Venezuela. Y éste a su vez, desde su creación en 1975 ha ido creciendo y expandiéndose con proyección mundial siempre bajo la dirección del gran maestro. El Sistema es y será siempre la mejor imagen de nuestro país.
El hacedor de sueños que fue José Antonio Abreu, no sólo fundó con gran perseverancia y entrega el Sistema Musical; su motivaciìon fundamental fue brindar oportunidades y cumplir los sueños de niños y jóvenes de escasos recursos rescatándoles de su vulnerabilidad social. Y lo logró. Hoy día, miles de jóvenes y adultos, músicos todos, llevan en sus corazones el fruto, y la semblanza del maestro de maestros. Asimismo, el Sistema Nacional de Orquestas ha trascendido fronteras geográficas idiomáticas e ideológicas y ha sido implementado, con igual orientación social en países de Europa y Latinoamérica.
Sumado a los tantos premios y reconocimientos, podría decirse que su mayor logro fue juntar la sensibilidad indescriptible de la música y el candor entusiasta de la juventud. Sin duda, lo disfrutó plenamente y con ese regocijo seguirá dirigiendo. Paz a sus restos, Maestro.
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